Día de la Cruz: de la leyenda a la realidad.

"Hoy en día es una de las festividades católicas de mayor arraigo en dos de los sectores más vulnerables y olvidados de la sociedad mexicanas: los albañiles y los campesinos..."

El día de la Santa Cruz es una  festividad que inició a partir de una leyenda en la que la madre de Constantino,  emperador del Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino), Santa Elena dirigiera una expedición para encontrar la cruz en la que Jesús murió, y que después muchas excavaciones encontraron tres cruces, así que para saber cuál era la indicada trajeron a una mujer enferma para que las tocara, con la primera la enfermedad se agravó, con la segunda no hubo ningún cambio y con la tercera se curó totalmente.

Hoy en día es una de las festividades católicas de mayor arraigo en dos de los sectores más vulnerables y olvidados de la sociedad mexicanas: los albañiles y los campesinos. La fiesta de la santa cruz es el resultado del sincretismo de las celebraciones del calendario católico con las festividades prehispánicas, es que, en las comunidades indígenas, principalmente en las regiones de Costa Chica y La Montaña, esta fecha coincide con el inicio de la temporada de lluvias, en las que los pueblos nahuas, tlapanecos, mixtecos realizan ritos con procesiones, danzas y profusas ofrendas de flores y comidas que se hacen a la Santa Cruz. Lo anterior, para agradecer a las fuerzas de la vida las bondades recibidas de la tierra en la temporada seca, asimismo, se pide por el inicio de la nueva temporada de lluvia para que las cosechas de este año sean abundantes.

Por otro lado, también se conmemora el Día del Albañil en gran parte del país. En este día es común encontrar en las construcciones una cruz adornada con flores y papel china en lo más alto de las estructuras, esto como forma de agradecimiento por el trabajo otorgado durante el año y por mantenerlos a salvo en uno de los trabajos más peligrosos y poco remunerados en equivalencia con el riesgo asumido.

El día de la Santa Cruz además del trasfondo religioso que tiene, debería ser un día de reflexión respecto al lugar que les estamos dando a dos de los gremios más importantes de la economía mexicana, y replantear las políticas publicas para brindar más oportunidades a estos sectores de la sociedad.